miércoles, noviembre 22, 2006

La Ley del Placer o cuando manda el animal

¡Es usted un animal¡

Cuando escuche estas palabras no se ofenda, son la mas pura verdad. La capacidad de pensar, crear y comprender nuestro entorno hace que algunas veces nos creamos amos de la naturaleza; pero olvidamos que no somos mas que un simio lampiño, controlado por un viejo instinto: la Búsqueda del Placer.

El placer es una idea genial de la naturaleza cuya finalidad es reforzar aquellas conductas necesarias para subsistir. Gracias a el son muchas las especies de animales que aun caminan sobre la Tierra. El esquema es en verdad simple: ¿Para que gastarse en asechar, perseguir y cazar a una presa? -Porque comer produce placer - ¿Para que buscar pareja, vencer a los competidores y reproducir la especie? -Porque el reproducirnos produce placer-. Si subimos a aspectos menos primarios, el mecanismo funciona: ¿para que analizar y estudiar el entorno? Por que el entender nos produce placer. Es simplemente premio y castigo, la naturaleza nos dotó de un cerebro que nos premia con placer, cuando hacemos las cosas que nos son beneficiosas.

De donde viene el placer? El placer es producido por la activación del Sistema Límbico, un grupo de neuronas responsable en gran medida del instinto y las emociones. Esta localizado en el centro del cerebro, en una estructura llamada Paleocortex que es el primitivo cerebro animal aun existente en nuestro evolucionado cráneo (El animal que todos llevamos dentro). Para activar el sistema Límbico es necesario la secreción de substancias orgánicas llamadas neurotransmisores. La secreción es a su vez generada por la actividad química del cuerpo en determinada actividad: Comiendo, durmiendo, copulando, etc.

¿Que tan poderoso es el placer? Con esta pregunta en mente, un grupo de científicos desarrollo un experimento que resultó muy ilustrativo: A un mono se le implantó un electrodo directamente en el Sistema Límbico, para estimularlo eléctricamente. Después se conectó este electrodo a una palanca colocada en la jaula del mono. ¿Que sucedió? Que cuando el animal aprendió que bajando la palanca experimentaba placer, su existencia fue dedicada a bajar la palanca. Existencia que no fue muy larga, pues la necesidad y obsesión por el placer fue tal que se olvido de comer y beber agua. Una verdadera muerte por placer.

Este fenómeno explica lo que pasa en la cabeza de una persona adicta; todas las drogas adictivas copian la estructura de los neurotransmisores y engañan al cerebro provocando la activación de “los circuitos del placer” del Sistema Límbico.

El consumo de la droga esta relacionada con placer, por lo que la persona busca volver a consumirla, una y otra vez. La búsqueda de este placer no es controlable pues radica en lo mas profundo de su cerebro y expresada como un instinto, no hay raciocinio que pueda bloquear un instinto. Por ello aun cuando el adicto es conciente de que se esta haciendo daño no puede controlar el impulso de buscar otra dosis más. Si se le permitiera, y en algunos casos sucede, el adicto podría dedicar su existencia (como el mono del experimento) a tomar la droga que le produce placer.

Asi que cuando usted se enfurezca con algún prójimo por llamarle animal , piense que la ira también es una respuesta instintiva y por lo tanto una prueba mas de que aunque la mona se vista de griega, mona se queda.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Los poetas, escritores y otros artistas se quiebran el cerebro por describir al placer o a sus causantes y así en tan pocas palabras acabó con uno de los misterios de los seres vivientes... y a veces eso hace la ciencia.

Saludos

3:05 p.m.  

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