miércoles, enero 30, 2008

La ultima Ascensión de Ed Hillary

Después de unos cuantos pasos más y ya no hubo nada sobre nosotros excepto el cielo, habíamos conquistado el Everest” escribió en sus memorias Sir Edmund Hillary al describir aquel 29 de mayo de 1953, cuando el y su compañero, el sherpa Tenzing Norgay, alcanzaron la cima del mundo a ocho mil metro sobre el nivel de mar. Al volver al campo base tras la hazaña su primera declaración fue simplemente «Hemos noqueado al bastardo».

Ed, como le gustaba ser llamado, murió a los 88 años de edad. Tan solo estuvo 15 minutos en la cima y en ninguna de las fotos tomadas aquel día para dar fe del evento aparece Hillary, pues Tenzing no sabia usar una cámara. Sin embargo esos quince minutos, lo acompañaron toda la vida, tiempo después, en una entrevista, este sencillo pero tozudo hombre se reconocía totalmente asombrado por el barullo que su aventura había causado en el mundo “solo habíamos escalado una montaña” solía decir. Siempre humilde y modesto el montañista se declaraba un neozelandés muy corriente, tal vez no muy brillante, pero decidido y práctico.

De pies inquietos, las aventuras de Edmund Hillary no terminaron en el Everest. En 1958 dirigió una expedición al Polo Sur , casi medio siglo después de la legendaria carrera entre Amundsen y Scott, utilizando una ruta a través de un paraje inexplorado. También llevó a cabo una expedición en el Himalaya para tratar de encontrar al hombre de las nieves o Yeti. En 1977 en un viaje de de busca personal después de la muerte de su esposa Hillary recorrió el río Ganges en la India desde su origen hasta la desembocadura. En 1985 voló al Polo Norte con el primer hombre en pisar la Luna, Neil Armstrong.

Su inquietud y terquedad no se quedaron en la aventura y la exploración. Desde su famoso ascenso en 1953 dedico su vida a ayudar a los Serpas de la región de Khumbu. “Creo que de todas las cosas que he hecho, por más excitantes que hayan sido muchas de ellas, no hay duda en mi mente que la más valiosa de todas ha sido el establecer escuelas y hospitales, así como reconstruir los monasterios en las montañas.

Desde que bajaron de la montaña en 1953, Hillary y Tenzing fueron acosados por lo medios con la pregunta de quién había alcanzado primero la cumbre, ambos consideraban el punto una tontería y firmaron una declaración en la que se leía “Alcanzamos la cumbre al mismo tiempo”, zanjando la discusión de por vida.

En 1999, en su libro «Vistas desde la cumbre», Hillary rompió por fin su largo silencio sobre quién fue el primero en alcanzar la cumbre, él o Norgay. En el libro explica que Norgay y él iban juntos y mientras Norgay anudaba una cuerda, él continuó avanzando unos pasos hasta que se encontró en un lugar nevado, plano y expuesto al viento, en el que no había más que espacio alrededor. Norgay se reunió rapidamente con él y ambos miraron a su alrededor maravillados. Este mes, 54 años después, Sir Ed ha alcanzado a Tenzing en otra cumbre, desde la que juntos nuevamente contemplan el mundo a sus pies.